Dos días me tomó llegar a Barranquilla viajando vía Oslo-Londres-Bogotá. El viaje se hace muy agotador por la aglomeración, las colas y las esperas obligadas en los aeropuertos.

Pero Barranquilla, su calorcito, el sol, las palmeras y la vegetación caribeña del Hotel El Prado se encargaron de curar los rasguños y tensiones de la salida y el viaje intercontinental.

La ciudad está muy cambiada y bella y la Universidad del Norte, que no conocía, me ha sorprendido por su vitalidad y juventud.

Asistí a algunas de las conferencias.Alfredo Sabbahg, directotr del programa de Comunicación Social presentó: Lo que esconden Las Hurdes de Buñuel: documental o ficción. Caracterizó el film como un panfleto que debido a la turbulencia política de la época en que se filmó sufrió variados cambios entre 1933 y 36. Los objetivos de movilización social que Buñuel y colaboradores pretendían se vieron en cierto mediados por las circunstacias políticas.

Según el interesante punto de vista de Alfredo el film tiene un carácter militante y propagandístico y a pesar escudarse en el discurso cientifista y neutral del documental convencional de la época lo que ejecuta es un virulento ataque al gobierno republicano en 1933 y al franquismo tres años después. De forma muy documentada Alfredo cuenta la historia de Las Hurdes como la de una comunidad de pueblos aislados y pobres que desde tiempo atrás había sido condenada por artistas e intelectuales a una leyenda negra; de atraso, hambre e ignorancia. Al volver a ver el cortometraje desde ésta óptica puede uno constatar como Buñuel repite dicha re-presentación& desafortunadad y desfavorable para las quienes son objeto del documental que pretende redimirlos
.
Mi única objeción a la exposición de Alfredo es pequeña y tiene que ver con el título. Me parece que aporta poco en este caso cualquier intento por delimitar las fronteras entre el documental y la ficción o señalar como fraude las reconstrucciones y puestas en escena de los “documentalista” Buñuel. Dilucidar las funciones y formas de organizar el material fílmico y centrarse en las actitudes y las responsabilidades del realizador cuandoempuña su cámara me parece más relevante. El problema del viejo cine militante es el atropello que comete al “re-presentar” dramatizando, las vidas de la gente con las cuales ha decidido ilustrar su discurso social o político.

Pamela Flores el día 26 hizo una presentación de un libro suyo que acaba de salir a la luz pública: “Las ciudad europea o los desplazamientos del centro”. Ella hizo ella un detallado recorrido por las principales épocas y concepciones de la ciudad en Europa, con especial énfasis en su construcción móvil y pasajera, en el dinamismo intrínseco que las constituye al ser centro y escenario de comercio y de la mentalidad cambiante de sus creadores, los burgueses. Mostró tambien como cualquier intento de perpetuarlas o encasillarlas, como lo intentó Luis XIV con Pairs puede anquilosarlas y condenarlas al fracaso.
Habló de la importancia de mirar las ciudades como signos y de la casi imposibilidad de leer a Barranquilla por su caótica y peculiar organización urbanística. O al menos eso creí entenderle. Pamela es una entusiasta y versátil presentadora. Pero en el resumen que nos hizo de su libro, me pareció dificil captar su planteamiento central. Tal vez se haya debido a las limitaciones del tiempo y a la ambiciosa extensión y profundidad de los temas.

Este artículo fue publicado el Domingo, Marzo 28th, 2004 a las 0:32 y esta categorizado bajo Al ritmo de los hechos. Puedes seguir las respuestas y comentarios a este artículo a través del feed RSS 2.0 . Puede dejar un comentario. Los trackbacks no est·n permitidos.