Un sueño más profundo

Roberto Arancibia encuentra ayer una preciosa reflexión de Kafka, tomada de una de sus cartas:

“En este sentido, escribir es un sueño más profundo. Como la muerte. Del mismo modo que no se saca ni se puede sacar a un muerto de su sepultura, nadie podrá arrancarme por la noche de mi mesa de trabajo cuando escribo”.

Y después de elucubrar un poco, sobre su pasión personal por la escritura, concluye con algo que resuena tanto en mí, que no puedo dejar de compartirlo con otros, en el día de hoy.
Dice Roberto:

Creo que no hay otra manera. No se puede escribir de 9 a 5, hay días que el mundo se cae a pedazos y otros en que todo brilla, canta y salta. ¿Cómo no vas a escribirlo? ¿Cómo se hace para no escribirlo?
Cuando llegue la muerte a visitarme, le pediré un par de minutos para postearlo.

14 Responses to “Un sueño más profundo”

  1. Fabián Says:

    Fantástica cita. Y es verdad que, generalmnte, hay unas horas en que se puede escribir de temas, pero sólo hay unos breves momentos para hablar de la vivencia íntima.
    ¡Qué lámpara más original, nunca había visto una así!

  2. Enrique Soria Says:

    Necedad o necesidad, eso es la escritura y la lectura.

    Salú

  3. Álvaro Says:

    Tienes toda la razón Fabián. Ciertas vivencias vienen y se van como la neblina o las olas. Y a veces uno puede atraparlas y tratar de fijarlas en el tiempo.
    La lámpara pertenece a la fachada de una preciosa casa de un Berguense adinerado y ahora aloja hermosas pinturas del siglo 19 como parte del Museo de arte de la ciudad. Haré una foto de toda la fachada, para que veas el contexto.
    A mí también me encantó ésa lámpara y tal vez por eso la aislé.
    Buscando entre mis fotos alguna que pudiese resonar con los textos interconectados de Kafka y de Roberto, me pareció que ésta tenía algo de la elegancia y de la magia subyacentes en las palabras hilvanadas en las dos citas.

  4. Álvaro Says:

    Enrique:
    Bello aforismo dejas por aquí. Gracias por la visita.

  5. El Mal Ladrón Says:

    Qué buen deseo el de pedirle a la muerte que permita registrar el momento de su llegada. En necesario

  6. Álvaro Says:

    La idea no es muy descabellada y ya son varios los que han podido cumplirla. Aunque de forma tétrica e inesperada en el caso de la persona que logró escribir y contar quien había entrado en su casa antes de que lo asesinaran. Y fue así como se aclaró el autor del crimen.

  7. Leonardo Says:

    Que citas tan maravillosas, tienes toda la razón el escribir es un mundo paralelo atemporal en donde nos sumergimos cuando conseguimos ese amor reverenciado a la lectura y escritura van de la mano.

    Felicidades por tu blog.

  8. Vicente Torres Says:

    Escribir, hablar, comunicarse con el prójimo. No estamos solos.
    Saludos,

  9. Malú Says:

    A veces el mundo se cae a pedazos, por épocas. Ni siquiera es por días. Y también hay períodos en que el sol no parece ocultarse, todo brilla y los colores y olores nos resultan más intensos. Pero, también a veces yo necesito inclusive de años para que dentro de mí ocurran procesos que terminen convertidos en la materialización de hechos tangibles, llámese cuentos, poemas o proyectos. En resumen, estoy de acuerdo. Es inútil pretender escribir de 9 a 5.

  10. Álvaro Says:

    Malú: Me gusta mucho tu comentario porque le da una dimensión nueva, a las citas que yo en-red-é. Según Roberto las noches son el momento de la escritura. Para tí al parecer no hay hora del día sino períodos de tiempo en la vida de uno que la propician y estimulan, que pueden tardar meses y hasta años. En ése sentido creo que estás cerca de la idea de Monterroso, quien creía todavía en las musas.

    Asimismo coincido con Leonardo también. La lectura y la escritura necesitan de momentos especiales, casi sagrados.

    Y es asi como mejor podemos sentirnos acompañados, como pareces implicarlo en tu comentario, Vicente.

  11. Andrómeda Velut Lua Says:

    Las letras plasmadas de un sentimiento o de una intención cuando salen del “ser” no pueden quedarse en lo interior, es preciso decirlas o escribirlas para que sigan generando una vibración que al final sean acciones o motivos para alguien más.

  12. Álvaro Says:

    Andrómeda: me gusta mucho tu imagen de las palabras como vibraciones que producen una cadena de reacciones en los demás. Al menos en los blogs es una cosa viva y palpitante.
    Gracias por tu visita, entré a tu blog y ví que eras periodista mexicana. Uf, que profesión tan dura!

  13. Vir Says:

    Aunque llego tarde, llego.

    Todo se condensa en la escritura, lo ido, lo imaginado, lo deseado, lo rechazado.

    El imaginario propio y el de otros, la conversión, el tiempo, el infinito anhelo.

    Así las bitácoras contienen el sumun de cada uno, lo que revela el que escribe, e inclusive para las lecturaa agudas, lo que subyace en el espíritu del blog.

    Salutes Álvaro.

  14. Vir Says:

    No podía finalizar sin referirme a los escritos de Kafka y de Roberto.

    El entrañable anhelo de escribir, que aveces puede ser tormento transformado, fenecerá cuando fenezcamos.

    Es como un farol, de diseño singular, el que muestras en la foto

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