“Hablan mil lenguas distintas”
Me he pillado hoy que una de las herramientas más populares entre los que escriben bitácoras, Technorati, ha pasado en el último mes de rastrear de 14 a 17 millones de bitácoras. Impresionante cifra que habla de la multiplicidad de voces que se suman a diario a la gran telaraña.
A mí me alegra ver crecer este universo, pero las cifras también me ponen a pensar. Recuerdo entonces que hace tres años y medio, cuando empecé a leer blogs, entre fascinado y abrumado por su cantidad y disparidad, pensaba que su fuerza mayor puede ser también su talón de aquiles. Mucho quien escriba y bien pocos lectores.
Encontré entonces algo que quiero dejar aquí como una provocación. En el prólogo de una novela que al parecer se inspira en historias de la conquista española, hay una cita que (fuera de contexto) puede ser una premonición de lo que dirá algun bloguero en el Internet del futuro:
Tengo historias para llenar las noches del resto de mi vida y busco a quién contárselas, pero ésa es mi desgracia. En estas tierras ya nadie sabe oír las historias que cuento. Todos están demasiado ausentes, o demasiado hambrientos o demasiado muertos para prestar atención a los relatos, aunque sean tan hermosos y terribles como los que yo sé. Otros hablan mil lenguas distintas y no entienden la mía.
Del prólogo de Ursúa, la reciente novela de William Ospina
Septiembre 13th, 2005 at 11:27
¿Más de un 20% en un mes de incremento? Impresionante.
En nada Internet se queda sin recursos.
Septiembre 13th, 2005 at 12:27
A veces una siente que lo que escribe, en realidad es apenas leído…
Y sin embargo uno persiste.
Septiembre 13th, 2005 at 13:56
HOLA ALVARO. ¡qUÉ CONMOVEDOR¡ PERO SIEMPRE QUE EXISTA UN PAR DE OÍDOS EN EL MUNDO VALE LA PENA INTENTARLO. YO HE ENCONTRADO LOS TUYOS. Y ME ALEGRO.
Septiembre 13th, 2005 at 15:12
Encontramos en las bitácoras un lugar mejor para escribir nuestros diarios, que los cuadernillos esos de antes, hechos de un material que se llamaba papel, y se rellenaba con tinta.
Septiembre 13th, 2005 at 16:25
Hola hermano , te felicito y me alegra que continúes escribiendo en tu bitácora todos los días sobre diferentes temas y muy interesantes y amenos gracias a tu forma de escribir. Yo creo que si bien no encuentras comentarios al respecto,no quiere decir que no los lean,sino que habemos una cantidad de perezosos que no comentamos.
Animo !!!! y mucha suerte Jaime R
Septiembre 13th, 2005 at 17:34
Hola, Álvaro. Eso que dices sobre la multiplicidad de voces, 17 millones de bitácoras, convierte a la internet en una especie de torre de babel. Sin embargo, este es un medio que aún está en el proceso de inventarse a sí mismo. Ni qué decir de los blogs. En ese sentido, creo que estamos asistiendo a un proceso interesante, novedoso y con un desenlace impredecible. Prefiero estar sentada en palco para seguir de cerca lo que vaya ocurriendo.
Septiembre 14th, 2005 at 3:45
Yo de lo que me muero de ganas es de leer esa novela de Ospina…!!!
Septiembre 15th, 2005 at 2:02
A ratos me pregunto qué diablos hago con mi tiempo, qué con mi ego. Quizá no sobreviva a esta onda de los blogs.
Septiembre 21st, 2005 at 19:34
Yo quiero leer la novela de William Ospina, te la han traido de Colombia o la has compardo en España?
Marzo 24th, 2006 at 2:04
[…] Siempre me ha gustado el texto de mi buen amigo Álvaro Ramírez sobre lo que es escribir en un blog o bloguear, sobre lo que es empezar un proyecto como el suyo con un blog. Álvaro es una persona políglota (español, inglés, las dos variantes del noruego y algún otro idioma que seguro me dejo en el tintero) que también medita sobre lo que es bloguear para audiencias pequeñas y en diferentes idiomas, sobre lo que es saber que pocos te leen; y tú, como buen blogger, sigues escribiendo porque la bitácora se convierte en vínculo social… tú y tus lectores, tus lectores y tú, en un hilo conversacional que posiblemente tenga su prolongación dentro de unos meses o años. La bitácora es eso: almacen de tus pensamientas, informaciones, proyectos y, a la vez, acicate en el trabajo. Todas unas reflexiones, las de Álvaro, que nos deben dar fuerzas para seguir escribiendo en blogs, sean particulares o colectivos, aunque nuestras audiencias sean mínimas. ¿O acaso queremos una Internet que sólo hable en inglés? Vayan desde estas líneas mis deseos de que cada vez existan más ciudadanos bloggeros, más contadores de historias, más versiones de las historias y aconteceres de cada día… […]