Nota: Este artículo lo escribí originalmente para el magazín EquinoXio.org que aparece por primera vez hoy 8 de Mayo y que podran curiosear en: http://www.equinoxio.org/acercade.

Voy a hablar de tres cosas relacionadas con la moral y la ética en sociedades que cada vez más digitalizadas y los retos que eso nos plantea, tanto a los productores como a los consumidores de herramientas y formatos digitales, tipo blog.

Primero hablaré del cambio de paradigma moral y ético que las nuevas tecnologías están provocando en los usuarios. Después abordaré la ética en los blogs, por último me referiré a “mores” o costumbre sociales que uno debería “re-aprender” con el fin de contribuir al buen flujo social de las comunidades de Internet, en especial en “blogosferas” que necesitan altos niveles de lubricante, como la colombiana.

Algo me dice que la aparición de Internet está obligando a replantear la manera como nos relacionamos en respecto a los productos culturales. Al haber nuevas, fáciles y baratas formas de producir y re-producir información, conocimiento y arte vamos a tener que cambiar las reglas del juego y comportarnos moralmente de acuerdo a los nuevos parámetros.

La “sacralidad” del autor está en entredicho y la responsabilidad de respetar “sus derechos” cada vez queda más en manos de quienes acceden a dichas creaciones, y mucho menos bajo la ley o el estado protector de dichos derechos.

Es por eso que los autores más inteligentes (incluídos varios escritores y compositores de fama) están cediendo muchos de sus “derechos exclusivos”. Eso refleja el espíritu nuevo de solidaridad, de generosidad y de apertura que está surgiendo cada vez con más fuerza. En últimas se trata de un serio cuestionamiento a la economía del lucro por encima de todos los otros beneficios. Y también a la forma como las empresas distribuidoras de música y películas realizan su negocio. En la mayoría de los casos poco le entregan al autor y ellos se embolsillan jugosas ganancias.

He dicho antes que “El lado más importante de un buen blog es su humanidad”, en el sentido del respeto que el autor tiene por sus lectores y por los otros autores de bitácoras. Como los blogs son diálogos, debería uno practicar las normas de la sana convivencia: ni gritar, ni insultar ni pontificar. Disentir, discutir y defender ideas sí.
Pienso y lo he dicho, que el debate y la confrontación saludable de ideas, florecen y fructifican cuando cada persona despliega, en el respeto por los argumentos del otro, lo mejor de su condición humana: la empatía.
El “éthos” o sea la calidad moral de un blog, nace de la forma como escribe el autor. Lo que lo hace humano y le confiere credibilidad y calidad es la actitud ética que despliega. No como las alas de un pavo, sino como las cartas de una baraja. No falta quien haga trampa, pero en el juego y en las buenas conversaciones, los profesionales se distinguen por el placer con que disfrutan las condiciones del intercambio y de la buena compañía.

Con algo de temor voy a usar una metáfora. El mundo social en el que vivimos es como una inmensa máquina tejedora. Se necesita combustible y ajustes continuos para que ruede y funcione sin perturbaciones. Para que hile sin enredarse y produzca tejidos que nos puedan abrigar. Pero por encima de todo se necesita aceitarla continuamente para que no haya desgaste.

El aceite son las costumbres que usan los miembros que trabajan con la máquina. Costumbres sencillas y amortiguadoras de conflicto. Costumbres que se resumen en dos palabras: respeto y empatía.

Voy a hacer un listado de algunas de esas costumbres. Las primeras que se me ocurren que debo aplicar según las necesidades y situaciones de cada momento.

• Respetar a mis interlocutores
  Dejar la impaciencia para después.
  Darle una mano al que la necesita
  Corregir con amabilidad, si tengo que hacerlo.
  Comunicar solicitudes u órdenes con palabras amables.
  Evitar las quejas.
  Conocer y tratar de satisfacer los gustos de las personas con quien interactúo.
  Aprender a reírme siempre de mí mismo y (solo a veces), de los demás.

• Creo que no sólo yo, sino cada autor y lector de blogs debería usar diferentes dosis de dichas costumbres lubricantes. No es siempre fácil, pero tampoco es algo del otro mundo. Por último solicito a quienes lean esto, que me corrijan o contribuyan con la lista anterior, o que sugieran otras costumbres, que ellos vean como claros lubricantes del tejido de redes sociales en Internet.

  Este artículo fue publicado el Lunes, Mayo 8th, 2006 a las 14:38 y esta categorizado bajo Recapitulaciones, Propuestas. Puedes seguir las respuestas y comentarios a este artículo a través del feed RSS 2.0 . Puedes dejar un comentario, o hacer un trackback desde tu sitio.