La caída
Cuando de un árbol cae lentamente, sostenida por el viento una hoja, movida de un lado para otro en completa fragilidad y dependencia, es como la existencia del hombre que sin pedirlo fue condenado a vivir: tan solo un instante de libertad.
La hoja en su caída esta a voluntad del viento que o la sacude o la desliza suavemente; retrasa o apresura la caída, pero siempre, inevitablemente, llega al suelo para ser pisoteada.
Me encantó ésta bella reflexión de DiegoMagno, un joven talento de San Javier La Loma que hace parte del fabuloso grupo ConVerGentes. Su blog denominado Leer para Ver tiene un sugerente subtítulo: “porque las letras te abren los ojos al mundo”
En la foto-ilustración quise destacar las hojas, el árbol y la flor del sietecueros.
Agosto 29th, 2007 at 23:47
Considero que es un privilegio que desde la distancia sigas acompañando a ConVerGentes..
De acuerdo en que la reflexión de DiegoMagno es bella.
Agosto 30th, 2007 at 18:43
Trato de seguirlos a ustedes y me alegra mucho ver sus textos. Un gusto tenerte por acá comentando. Gracias