Hace un año reporté las angustias que ella vivió con cientos de otros latinoamericanos cuando intentaban salir con vida de la invasión israelita contra el Líbano, a causa de las provocaciones de Hisbolá. Sor Irma logró colarse en uno de esos aviones que sacaba británicos de la zona de bombardeos y así salvar su vida. Luego la trasladaron a El Cairo, en Egipto donde estuvo trabajando hasta hace una semana.

El diario El Tiempo publicó un reportaje sobre el regreso definitivo a Colombia de ésta mujer que acaba de cumplir 25 años de labor social entre los más olvidados y necesitados del Medio Oriente. La semblanza que el redactor José Alberto Mojica hace de Sor Irma decepciona a quienes conocemos de cerca su trayectoria vital, su dedicación a los pobres y su alegría contagiosa. La información es variada pero el tono el artículo tiende a ser repetitivo y algo sensacionalista.

Ayer me enteré que en el diario La Patria de Manizales sacó otro artículo sobre ella. Al parecer mucho más ponderado. Estuve buscando la versión digital pero no pude encontrarlo.

Yo tuve la fortuna de abrazar a Sor Irma de nuevo hace dos días, cuando estuvo de paso por Medellín, “mirarando los alumbrados”. Nunca nos contó a nosotros sus familiares (quizás lo hizo para no preocuparnos) que una bomba le explotó a 10 metros de distancia y la dejó con sordera parcial en uno oído. En pocos días su superiora le asignará su nuevo lugar de trabajo aquí en Colombia, donde podrá continuar su labor incansable y generosa.

Este artículo fue publicado el Sábado, Diciembre 15th, 2007 a las 22:26 y esta categorizado bajo Mujeres, Viajes, Celebraciones, cultura de la paz, educacion. Puedes seguir las respuestas y comentarios a este artículo a través del feed RSS 2.0 . Puedes dejar un comentario, o hacer un trackback desde tu sitio.