Televisores cada vez más grandes

Llevo años viendo televisión. Lo que más sorprende ahora es las mejoras tecnológicas de los aparatos. Mejor sonido, imágenes más nítidas y los nuevos tamaños. Estas son las últimas noticias sobre lo que nos espera con los desarrollos de la televisión en el futuro:

Para empezar, la tendencia hacia televisores más y más grandes continuará de tal forma que su tamaño se duplicará cada 18 meses. Llegarán a crecer tanto que las familias se verán forzadas a salir a ver televisión por fuera de sus casas y a través de las ventanas. Los ataques azarosos de los lobos volverán peligrosa la televisión. Y al paso que los televisores se tornen cada vez más grandes los controles se volverán más complicados. De hecho el cambio de canales muy pronto requerirá que la gente termine literalmente saltando de botón en botón. Tratar de cambiar de canal al mismo tiempo que bajando el volumen requerirá dos personas lo que frecuentemente conducirá al sexo pervertido.

Traducido por mí de:
The Future of Television by Conan O’Brien:

Via: Adriana Cronin-Lukas

6 Responses to “Televisores cada vez más grandes”

  1. william Says:

    Gracias,

    Este Conan O’Brian es al parecer todo un personaje. Me rei bastante leyendo el discurso que hizo a los estudiantes de Harvard en el 2000. El hombre tiene el ingenio y la agudeza de los buenos humoristas

    http://www.february-7.com/features/conan.htm

    Hasta luego

  2. Álvaro Says:

    Gracias por la referencia, William. No conocía el discurso, (que también su lado serio). Sin duda alguna es un cómico brillante

  3. jasp Says:

    Todo un desafío el de las televisiones. Ya mismo habrá que estudiar carrera para manejarlas ;)

  4. Jazz Says:

    No solo habria que estudiar una carrera para manejar los televisores sino todo los hijos putativos que le han nacido al televisor hasta convertirlo en lo que llaman “home entertaiment”. Se necesitan tantos controles remotos que para cuando una ha apretado todos lo botones para “entretenerse” aparacen los comerciales. A riesgo de sonar “snob” diria que el tamano del televisor es inversamente proporcional al tamano del cerebro del dueno del aparato. Si solo el tamano del televisor hiciera aumentar la calidad de la televison! Para que un televisior mas grande para distorcionar aun mas ese extrano concepto de “realidad” que se viene manejando desde la aparicion de los “realities”?

    Alvaro gracias por tu visita, con respecto a los enlaces, me imagino que te refieres a poner links de otros blogs, te dire que con toda intencion he evitado hacerlo. Las razones simples y complejas a la vez: no me quiero comprometer “ideologicamente” con nada no por el momento. Esto no quiere decir que no reconozca en mi ciertas tendencias ideologicas pero por el momento prefiero no encasillarlas. Visito algunos blogs regularmente y algunas veces opino pero no mas. Me interesa mas la idea de dejar mi rastro por ahi y ver como tal vez se forme una “red” que me defina, en fin es algo muy personal y que tiene mucho que ver con lo que soy ahora que vivo en otro pais y que por multiples razones no ejerzo como comunidora social, es decir no me gano la vida con mi profesion. En fin un enredo personal que supongo que tarde o temprano resolvere y tal vez en ese momento decida poner links en mi blog.
    Finalmente te diria que debes visitar Glasgow por que? bueno solo de puedo decir lo que lei en un libro sobre ciudades britanicas: Glasgow la ciudad menos europea del Reino Unido.

  5. Álvaro Says:

    Jazz me divierte tu comparación invertida entre el tamaño del televisor y el cerebro del dueño.
    Y lo de tu identidad como cibernauta me parece curioso e interesante. Es cierto, y no se me había ocurrido hasta que lo mencionaste que los enlaces nos definen de alguna forma. Cosas peculiares de estos blogs y de las fluidas comunidades que construyen. Creo que parodiando el dicho popular, por estos lares podría decirse “dime a quién enlazas y te diré quién eres”.

  6. topocho Says:

    Después de ese comentario de O’Brien es obligatorio volver a leer Fahrenheit 451.

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