Mi definición de las bitácoras (II)

Presenté hace unos días “mi” definición de bitácoras con cierto interés por intercambiar conceptos e intentar mejorarla. Creí que iba a recibir aportes y una que otra reprimenda. Pero no sucedió. Eso en cierto modo alegra. Por lo visto se trata de una definición a la que todos parecen adherir. Al no haber comentarios ni sugerencias de mejora o corrección, debo interpretarlo todo como una señal positiva.

Bien sé que a mi primera entrega pude haberle puesto un título provocador, de los que recomiendan Casciari y Cable a tierra, lo cual hubiera dado dividendos en comentarios y en agrias discusiones. Pude haber titulado perfectamente: “ni masturbación, ni sexo decadente. Eso hubiera aumentado el número de visitas a un artículo que hubiera dado para algún altercado jugoso y dramático. Pero al parecer a mí no me interesa tanto ése tipo de dividendo.
Por una razón muy sencilla: a mi modo de ver una definición, si quiere ser buena, debe limitarse a describir el objeto desapasionadamente. Sin acudir ni a sexo ni dramatismos ni video.
Me sorprendió sí que muchos de los que se estuvieron “jalándose los pelos” (entre otros y con mucha gracia y pundonor Xtian y J.J Merelo) en artículos anteriores (2) sobre el tema, no salieran a la palestra a sacar las consecuencias de “la” definición.
Con tal ánimo quiero referirme a una característica de las bitácoras que ha suscitado jugosas polémicas, a mi modo de ver, sin mucho fundamento.(*)
Decir que las bitácoras por naturaleza tienden a ser auto-referenciales y endogámicas es reconocer un hecho ineludible. No hay nada que hacerle. En muchas de ellas pulula el narcisismo. Eso puede ser criticado hasta el cansancio sin advertir de que se trata de una cosa intrínseca a este medio.
Estamos frente a un software y unas páginas, en su gran mayoría, individuales, autónomas y “libres”. Es así como cada cual según su propio estilo, ansia o fervor puede refrenarse o desbocarse en la exhibición de su atemperado o enardecido ego. Y dado que las bitácoras crecen y algunas de ellas florecen al calor del diálogo, el auto-elogio y la deprecación, su tendencia a la endogamia es congénita, inapelable y, viéndolo bien, hasta divertida.
Por ser tal vez la forma más viva de software social, las bitácoras reproducen muchas de las conductas de los seres humanos que las pueblan.
Casi todos somos seres que sufrimos de temores, de celos y hasta envidias. Anhelamos ser aceptados, queridos y/o respetados. Y si hacemos el esfuerzo por publicar agradecemos que nos tengan en cuenta y que nos lean. Los roces que se generan en este proceso de socialización, generan dinámicas de acercamiento y rechazo, de aceptación o exclusión.
Otra consecuencia poco discutida y presente en “la” definición es bien interesante.
Puede decirse en general que las bitácoras son un género donde las expectativas del lector le inclinan a creer en lo que lee. La mayoría aluden a experiencias y temas de la “vida real”.
Entonces cuando alguien viola dicha convención tácita, se produce el fenómeno del fraude. Que puede ser también muy divertido.
Son pocos los defraudados porque sabemos que de una bitácoras podemos esperar cualquier cosa. Pero los fraudes intencionales nos van enseñando a ser más cautelosos.
Tal como lo hacemos cada vez que nos exponemos a los medios de comunicación de masas. No todo lo que los medios publican tiene su asidero en el mundo exterior. Tampoco todo el mundo existe en la vida real tan vivamente como lo hacen en sus adoradas bitácoras.
Esta es una de las riquezas de los blogs. Vemos que sus enemigos (entre ellos algunos periodistas) tienden a condenarlas porque en ellas cualquiera pude inventar toda clase historias o de personajes inexistentes o ficticios.
Lo que éstos críticos olvidan es que lo mismo sucede y va a seguir sucediendo en muchos de los periódicos, telenoticieros y revistas profesionales y confiables. Como le acaba de pasar recientemente al New York Times.
Dejemos la cosa por ahora aquí. “Veo” que ya están bostezando mis lectores. La próxima vez me referiré a los juzgadores de “calidad” en las páginas. Otro mito que me parece interesante discutir con ustedes.

*Yo entiendo que los interesados les gusta de dramatizar los términos de la discusión, para crear algo de circo y divertirnos. Hablar de masturbaciones grupales en orbitácora aviva más emociones que la vida en capítulos de cualquier mujer gorda.

10 Responses to “Mi definición de las bitácoras (II)”

  1. beatriz Says:

    Bitacora…me suena mucho a avion o a barco…lo cual seria muy simbolico para tus escritos si asi lo quieres; Pero yo preferiria una palabra que integre mas la subjetividad de lo que escribes que es algo asi como tu diario o tu vision de las cosas…algo asi como
    auto-vision o perspectivas alvarezcas o algo mas original y que se relacione mas a la idea y al contenido.

  2. calígula Says:

    Y donde quedó la primera entrega de ” mi definición……” ?
    La busqué pero no pude hallarla. Será por mi inexperiencia en blogs o porque no la tienes publicada. Me interesaría leerla.
    A lo mejor hasta me atreva a opinar sobre ella.

  3. Alvaro Ramirez Says:

    Beatriz: en los cuadernos de bitácoras se va haciendo un archivo con comentarios de lo que uno se encuentra en su navegacion. En inglés se llaman weblogs o blogs simplemente.
    Si fuese a cambiar seria por: el nudo de A. R. Por aquello de que esto de la Red Internet es un tejido de lazos y de nudos. Gracias por la sugerencia.

  4. Alvaro Says:

    Caligula:
    El primer articulo lo publique en la siguiente dirección:
    http://www.bitacoras.org/bit.php?id=41_0_1_0_C
    Lo voy a incluir tambien aquí, pero no he tenido tiempo. Disculpa por no haberlo hecho todavía.
    Gracias por dejar tu comentario y por la pregunta

  5. Marisol Says:

    Soy nueva en esto de las bitacoras, pero me parece super interesante…una amiga me dijo que me gustaban porque soy super chismosa…jeje

    La verdad es que me facina leer, y he encontrado por fin un texto que nunca termina.

    Suerte!!

  6. Alvaro Says:

    Marisol:
    Suerte también a tí. Con que eres comunicativa… je je je.
    Entré a tu bitácora a pesar de que la dirección que pusiste tenía una @ arroba que despista. La cambié por un . punto y funcionó.
    Me conmovieron algunos de tus apuntes. Y estoy de acuerdo contigo en que ha sido muy doloroso para todos los que vivimos en Europa seguir de cerca las noticias del atentado de Madrid. Pero estamos unidos… ustedes en las calles… nosotros a través de las bitácoras.

  7. Bea Says:

    La verdad es que me interesó la diferenciación que hizo Tishmel en un comentario a tu primera propuesta sobre género y formato. Claro que coincido en que es un formato. Lo veo “género” cuando el blog es el formato que se elige para una determinada creación literaria como cuentos colectivos, historias no-lineales, etc.

  8. Alvaro Says:

    Beatriz, qué bien!
    Que sorpresa agradable encontrar a alguien que razona. Interesante que sigamos discutiendo esto.

    Mi definición tiene una debilidad y es que tal vez mezcla varios objetos. Porque las bitácoras son muchas cosas a la vez. Como tecnología y medio de comunicación yo las entiendo como un formato. Tal como a las noticias, a los programas concurso y a las telenovelas se los denomina formatos televisivos. Pero puedo andar equivocado.
    También son una forma de sofware social.

    Y como dices en literatura puede hablarse de un género.
    Mi pregunta entonces: ¿sólo como literatura? ¿No es un género el periodismo en Internet?
    ¿Un género cuya caracteristica más importante es invitar al publico a participar y aportar?

    Yo entiendo que los géneros se crean y se definen en gran parte por el tipo de lector que escogen y por la relación que establecen con él. Así es como crean expectativas y ciertas formas de satisfacerlas: las convenciones.

    Quiero decir que uno lee novelas policíacas y espera que sean intrigantes, que incluyan crímenes, investigaciones y habilidosas soluciones por parte de sus detectives. O novelas de ciencia ficción y entonces uno espera que sean muy imaginativas y que lo transporten a uno a mundos posibles.

    En fin que me encanta tu comentario y me gustaría que me dijeras a)donde encontraste el aporte de Timshel para darle una relectura. b)me aclararas qué entiendes tú por formato.
    Todo esto sin ánimo pendenciero. Más bien con la intención de ir aprendiendo y construyendo sentido por medio de este intercambio.

  9. Bea Says:

    Antes que nada perdón por no responder en el momento. Una de las características del “formato” es, por lo que voy coligiendo es la fluidez de la respuesta inmediata. Sin este ritmo el blog se transforma en un híbrido semiestático. Como esta mañana estoy “guerrera”, aprovecharé para expresar mi hartazgo por las vueltas y revueltas de seguir hablando del los blogs en blogs. Si te fijas en la mayoría de los autores, se encuentran pocas personas cuyo centro profesional esté fuera del ámbito de la comunicación o del diseño. Quiero encontrar, por ejemplo un futbolista, una ecónoma, un actor, qué se yo… empezar a hablar de la vida fuera dels blogs, en blogs.

    En fin, dicho lo dicho, te contesto parcialmente:
    Comentario de Tishmel en relación a un post Que NO es una bitácora: ttp://www.bitacoras.org/more.php?id=45_0_1_0_C#11

    En cuanto al tema formato/género, más que hablar de lo que entiendo por formato -para lo cual me faltan elementos de comparación fuera de los intuitivos- podría decir por qué me parece un género.
    Considero al blog un género emergente, así como lo fue la Celestina presentado como teatro leído -cuando se parece más a una novela- en una sociedad impactada por la invenciónd de la imprenta. Una época en la que era impensable otra cosa que no fueran auditorios colectivos, el autor no sólo personalizaba sus obras, sino que podía recibir críticas surgidas de esa novedoso binomio íntimo lector-libro.

    Así las bitácoras, como formato, permiten (como ciudadanos) expresiones introspectivas, conversacionales, espontáneas, provocadoras, democráticas, libres, con hipertextos que casi representan el fluir de la conciencia (uy! me pasé…).

    Y (como creadores) también expresiones literarias que retoman el género epistolar, crean ficciones verosímiles parientas del periodismo, permiten polifonías plausibles de ser escenarios paralelos de una misma ficción, el lector/usuario para a ser un elemento activo en ocasiones co-autor, la distancia entre la escritura y la lectura es mínima por lo que la contemporaneidad presente da lugar a una incidencia inmediata (social, afectiva, emocional…), pueden crearse acciones literarias de “usar y tirar” tipo performances, que se yo… mil cosas.

    He violado la ética de la extensión de los comments. Gracias por tu paciencia.

  10. UNIVERSIDAD DE CHICLAYO Says:

    ANA CECILIA MARIN ARANA,ES UNA ESTUDIANTE MUY DESTACADA DE LA FACULTAD DE PSICOLOGIA DE LA UNIVERSIDAD DE CHICLAYO.HA SIDO DISTINGUIDA CON EL PREMIO EXCELENCIA A LA MEJOR ALUMNA DE LA FACULTAD DE PSICOLOGIA POR RENDIMIENTO ACADEMICO.TIENE EN SU HABER VARIOS PREMIOS LITERARIOS.LA UNIVERSIDAD DE CHICLAYO,FELICITA A ANA CECILIA MARIN ARANA POR SU PERSEVERANCIA Y DESEAMOS QUE A ANA MARIN EL AÑO 2007 SEA DE EXITOS TANTO EN SU VIDA PROFESIONAL,LITERARIA Y PROFESIONAL.

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