Cuatro meses, tres semanas y dos días

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Muchas películas he visto que me han conmovido en estos días. Mencionaré entre las mejores a Cuatro meses, tres semanas y dos días, la película con que el joven director Cristian Mongiu conquistó la Palma de Oro en Cannes este año. Se trata de un conmovedor film que muestra como se corrompe por dentro un país sometido a la represión política, social y cultural del régimen de Ceausescu.

El país es Rumania y esta poderosa y dura película se adentra en la esfera más íntima de dos chicas, compañeras de cuarto en una lúgubre residencia estudiantil de la Rumania comunista de 1987.

Por medio de largos planos secuencia donde la cámara parece perseguir y acompañar de manera asfixiante a Otilia y Gabita, los dos personajes centrales del film, el joven director rumano convierte la vida de estas muchachas en una desgarradora tragedia filmada con gran economía de elementos y un rigor formal ejemplares.

Las emociones se apiñan en la garganta en medio de la oscuridad de los ambientes y la reclusión que el film nos revela. La sensación de horror va en crecimiento a medida que estas dos chicas reservan el hotel y se preparan para recibir al inescrupuloso individuo que bajo el pretexto de “ayudarlas” abusa del poder y de las circunstancias antes de instalar la sonda que conseguirá el aborto clandestino que una de ellas se ve obligada a realizar. Si bien la policía secreta y la Securitate nunca aparecen o son mencionadas en el film, uno como espectador puede sentir y oler su omnipresencia, el miedo y la opresión que inflingen en las desoladas protagonistas.

Este film como otros recientes de Rumania hablan del pasado comunista del país y de las terribles consecuencias que le dejó a la gente. Sin embargo no lo hace de una manera directa sino por medio de dolorosas alusiones. En éste caso, la represión a que están sometidas estas jovencitas se siente en cada una de las escenas del film, donde el telón de fondo son una boda y un cumpleaños convertidos por la magia del director en dos espectáculos deprimentes y por momentos horrorosos.

La atmósfera asfixiante de la época revela como la penalización del aborto deja graves huellas psicológicas en las jóvenes que deben acudir a la ilegalidad para evitar el estigma social que les deja un embarazo accidental o no deseado y en ése sentido el film puede tener todavía una honda repercusión en los países donde todavía se le niega a la mujer el derecho abortar de una manera segura y confiable.

10 Responses to “Cuatro meses, tres semanas y dos días

  1. Cristian Says:

    A toda mujer debe permitirsele, libre e higiénicamente, asesinar a su hijo in utero, si acaso este interfiere con su proyecto de vida. Debe respetársele su derecho a permitir que un profesional originalmente destinado a salvar vidas, pueda cortar en pedazos, desmembrar por partes o succionar al vacío a esta vida que subyace en su utero y que tiene el defecto de haber aparecido cuando a su madre no le resulta oportuno.
    Debemos progresar hacia una sociedad más civilizada permitiendo esto; aprovechemos que al feto no se le ve ensangrentado y descuartizado (si el médico que práctica el aborto tiene la suficiente delicadeza y lo mantiene fuera de la vista de la madre ) y que no grita, evitando que importune la conciencia de su madre-asesina y que no puede defenderse. Más adelante, daremos un paso más allá en crear el cielo en la tierra, permitiendo que las personas puedan deshacerse de aquellos ancianos que ya nada aportan a su familia y sociedad, o que están muy enfermos y se convierten en una carga para su familia e interfieren en los proyectos de vida de sus cercanos.
    Alvaro, estoy esperando tus infaltables críticas ad hominem y descalificaciones personales, siempre presentes cuando comento algo que no te agrada. Ruego disculpes a este inhumano ser que soy yo, que tiene la inaceptable actitud de defender a los fetos indefensos abortados en una sanitaria e iluminada clínica ad hoc.

  2. Álvaro Says:

    Cristian:
    No recuerdo haber descalificado a alguien en los comentarios. Cuando he estado en desacuerdo contigo lo he manifestado. No te he criticado a tí, sino a las actitudes que asumes cuando entras a disentir de lo que yo pienso.
    El disentimiento puede ser constructivo.
    Esta vez has recurrido al sarcasmo para manifestar tus ideas sobre el tema del aborto y el derecho que las mujeres deben tener o no, a decidir sobre su propio cuerpo. Estás en tu derecho a expresarlo y en este caso lo he permitido. Te recuerdo que yo borro a veces los comentariios que se salen del tema. Mi entrada era más que todo una crónica corta sobre un film. Tu la utilizas como tribuna para opinar.
    Queda entonces aquí como ejemplo de formas de discutir y disentir en los blogs. Dejemos que otros juzguen la forma como debatimos tu y yo,

  3. Zenia Says:

    Àlvaro. Muchas vidas de mujeres cobra en el mundo el aborto clandestino, polèmico tema que llevarìa a pensar en otros. No solo debe pensarse en los niños antes de que nazcan, tambièn despuès de nacidos. Sobre muchos miles de esos pequeños seres caen bombas en conflictos bèlicos desatados por recursos naturales: petròleo.
    Miles de niños en el mundo son sometidos a condiciones de esclavitud: trabajan en la edad en que se debe jugar o ir a la escuela.
    Otros miles son rehenes polìticos. Se habla de defenderlos, y se les recorta o coarta la asistencia mèdica. ¡Què mundo tan extraño en palabras y hechos¡ Democràticamente muy controverdito.

  4. ungancho Says:

    ¡Vaya discusión se ha deslizado!

    Creo que el post de Álvaro no quería provocarla y, por ello, pienso que la respuesta que ha recibido está fuera de lugar. No por las formas -que tampoco las comparto-, sino por el fondo. “Mi entrada era más que todo una crónica corta sobre un film”, dice Álvaro… y yo así lo entendí también.

    No obstante, y volviendo a la disputa no deseada, pienso que el siglo XXI ya no permite partir de los presupuestos de discusión -bioéticos y morales- de los que se sirve Cristian. Causas de justificación moralmente válidad y supuestos de inculpabilidad continuán siendo válidos (estado de necesidad), pero las claves ya no son esas.

    Aunque a lo mejor ya lo he comentado otras veces, mi punto de vista y mi visión telegráfica del problema es el siguiente:

    1. El respeto a la vida humana debe ser un axioma en nuestro sistema moral y, como tal, no cuestionable ni transgredible por cuestiones de conveniencia.

    2. Es necesario establecer qué es un hombre y cuándo empieza la vida de un individuo humano. Las fronteras precisas no son claras y pueden variar a medida que avanza nuestro conocimiento de la biología y la tecnología genética. Sin embargo, estas variaciones no alteran el axioma de respeto a la vida.

    3. Cuando se descubrió el ADN y se desentrañó el proceso bioquímico de la reproducción, pareció evidente que el inicio de la vida humana debía establecerse en el momento de la aparición de un genoma nuevo; esto es, en la concepción. En tiempos pretéritos esto hubiera sido absurdo, ya que no se sabía qué era un óvulo fecundado ni se contaba con instrumentos para verlo.

    4. Una vez el hombre es capaz de alterar artificialmente los cromosomas y que puede controlar las primerar fases de crecimiento de los óvulos fecundados, empieza a no estar claro que la concepción deba considerarse el principio de la vida de un nuevo ser.

    5. A efectos de experimentación con embriones, en algunos casos admite la manipulación hasta la aparición de células nerviosas, supongo que basándose en que un indiviudo sin sistema nervioso difícilmente puede ser considerado humano.

    6. El problema gordo de verdad vendrá cuando alguien cruce genes humanos con otros que no lo sean. ¿Qué condiciones tendrá que cumplir el animal resultante para ser considerado un hombre? Esta posibilidad plantea problemas éticos tan difíciles de resolver que tales cruces están terminantemente proscritos en todas las legislaciones.

  5. Álvaro Says:

    Ungancho:
    Tienes toda la razón. Esta simple crónica de cine desata otros nudos y sobre todo señala uno de los más grandes dilemas moralesdde las sociedades actuales. Me parece que el desglose que haces de ellos es magistral. Hay muchas cosas en juego, cuando una comunidad o un país entran a discutir y luego a legislar sobre el tema de la vida en todas sus formas. Porque surge el problema de la moralidad. De distinguir entre acciones aceptables o inaceptables para un conglomerado muy diverso de seres humanos. Cada religión tiene un código moral propio que evoluciona con el tiempo y las sociedades donde sus creyentes viven. Un estado no debería entonces legislar de acuerdo con las creencias de una u otra religión, sino que debe atender a la pluralidad de creencias y visiones de sus habitantes. Incluyendo a quienes no creen en un dios.
    Me gusta mucho el aporte que haces al debate y te agradezco tu lúcida participación.

    Zenia:
    Tienes razón que el aborto clandestino, como tema central del film, es muy controvertido. Hay en juego demasiadas cosas: creencias religiosas, el bienestar de los jóvenes, la forma como les brindamos educación sexual, la manera como el Estado se involucra en la vida privada de los ciudadanos para orientarlos, coaccionarlos, ayudarlos o castigarlos por actos conectados con el ejercicio de su sexualidad.
    Además está, como dices, el tema de la infancia. De cómo se la defiende o ataca en otras circunstancias. Gracias por tu buen aporte al tema que debate ésta película, donde su director presenta la desgarradora REALIDAD (porque sigue sucediendo a diario y a pesar de las graves sanciones que existen) que sigue vigente en muchos países del mundo, donde el Estado prohibe y castiga con penas y cárcel a las mujeres que se encuentran ante el dilema moral del aborto.

  6. Cristian Says:

    Un grave error, desde el punto de vista estrictamente biológico, es el justificar el aborto con la frase: “cada mujer es dueña de su cuerpo” ¿por qué? Por una simple razón, concordante con la biología más básica: el feto o embrión tiene en sus células una genética diferente a la materna; por lo tanto, se trata de un ser diferente a la madre, que ocupa temporalmente su cuerpo, pero que no es parte de su individualidad biológica.
    El embrión o feto NO ES PARTE DEL CUERPO DE LA MUJER.
    La verdad es que los hechos cientificos son claros y categóricos en determinar que un aborto representa , trasladado a un ambiente , una muerte homicida. Son argucias y resquicios legales manipulados y tergiversados o interesados los que sirven de justificación y “calmante de conciencia” para quienes lo apoyan.

  7. Cristian Says:

    Fe de errata: debe decir “trasladado a un ambiente legal”.
    Respecto al tema de que un individuo sin sistema nervioso no puede ser considerado humano, el problema es que ese ser no quedó sin sistema nervioso definitivamentye, sino es que IBA a desarrollarlo normalmente, pero esto se le impidió artificialmente cuando se aborta. No es la naturaleza quien lo desecha, por presentar alguna incompatibilidad con la vida.Si no se intervieniera matándolo antes, interrumpiendo sus normales tiempos de desarrollo, habría tenido un sistema nervioso.
    Nunca me acabo de sorprender con gente qiue pone el grito en el cielo por temas como el racismo, la pobreza en Africa o la xenofobia, o la pena de muerte para delincuentes en serie, y justifica con eufemismos y frondas verbales el aborto de un feto indefenso, por los motivos que una madre estime convenientes. Que absurdo…

  8. Álvaro Says:

    Cristian:
    Tratar de encontrar argumentos biológicos para decir que un feto no es parte del cuerpo de la mujer es fácil. Esgrimir esos argumentos para impedir que una futura madre decida abortar porque no se encuentra en condiciones (económicas, psicológicos, sociales o represivas) de tener un embarazo y parir, no me convence a mí.
    Una mujer embarazada no es solo un cuerpo. Es un ser que la mayoría de las veces se alegra de poder dar vida a otro ser y en otras ocasiones se encuentra en medio del tremendo dilema moral que le implica aceptar que debe abortar el feto que alberga.

  9. Cristian Says:

    La biología y la genética son ciencias, buscan la verdad; las justificaciones retóricas son eso, retórica que se acomoda, envueltas en papel de regalo vistoso (buenas intenciones) a los más profundos y egoistas deseos de cada uno.
    Si nos guiamos en como está el mundo, o como está mi pais (Chile) abarrotado de delincuencia y violencia, ningun niño debería nacer. El problema es que nosotros no conocemos el futuro, un pequeño detalle.
    En todo caso, para los retóricos, les invito a ver esta página, con fotografías que son ciencia y realidad pura, sin eufemismos, y que pocos quisieran tener que recordar:
    http://www.aciprensa.com/aborto/foto-abo.htm

  10. Álvaro Says:

    Cristian:
    La ciencia produce datos y teorías.
    La retórica es una práctica social milenaria y además un arte. Su estudio es una ciencia que como otras data desde Aristóteles.
    El que estás argumentando eres tú. Porque estás tratando de aplicar un dato biológico para darle más autoridad a tu argumento y así convencerme (muy legítimo usar la retórica en una discusión) de algo.

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