Un pacto de no agresión en las blogosferas nacionales
Artículo que publiqué ayer en equinoXio.org
La marcha del 4F puede arrojar resultados muy positivos para la sociedad colombiana, ya que ahondó el mensaje de la marcha por la paz en Colombia del 5 de julio del 2007. La gente volvió a salir a mostrar su rechazo y su indignación contra la violencia de todo tipo y especialmente contra los crímenes de las FARC. A raíz de esto Schlecter planteó un cambio de actitud de parte de quienes debatimos en los blogs y sus secciones de comentarios. Yo apoyo esa moción con los siguientes argumentos.
Opino que si millones de colombianos salieron a pronunciarse contra la violencia, quizás podamos también empezar a practicar la no violencia. Sobre todo en estas pequeñas sociedades virtuales en la que debatimos a diario.
Creo que llegó la hora de que soplen vientos frescos por estas latitudes digitales con el fin de que primen las discusiones sosegadas. Se trata de un cambio muy saludable que buscaría acabar con las reyertas en que algunos se enfrascan con ánimo pendenciero, gritón, e insultante. Porque hoy por hoy pareciera como si la retórica provocadora, belicosa y agresiva (tan típica de las peores salidas de Chávez o de Uribe) tuviéramos que reproducirla con igual o mayor virulencia en los comentarios que dejamos en los blogs.
Creo que podemos construir blogosferas nacionales donde sobresalgan la cordura y el respeto en lugar del insulto y la descalificación. Si bien es cierto que muchas veces tenemos opiniones encontradas, no cabe duda que podemos ventilarlas sin acudir a los ataques personales.
Debemos oponernos y señalar las actitudes, ideas o comportamientos que nos parezcan incorrectos, errados o infelices, pero sin agredir a quien incurre en ellos. Porque eso conduce a caldear y envenenar el ambiente público que todos habitamos en estos rincones de la Red.
Confrontar ideas, puntos de vista, información y conocimientos puede ser muy positivo si nos concentramos en los argumentos y las evidencias que cada cual aporta y no en la persona del emisor. Yo estoy cansado de la violencia guerrillera pero también de la costumbre despreciable de gritarle al contrincante en lugar de debatir sus ideas.
Invito por tanto a emprender una forma más racional y amable de relacionarnos, como consecuencia lógica de nuestro rechazo a la violencia guerrillera o paramilitar. Recuperemos la capacidad de conversar y de entrar en disputas sin necesidad de humillar, acallar o mofarnos de nuestros contrincantes. Al fin y al cabo son seres humanos del mismo planeta que habitamos.
Creo que, un pacto de no agresión, no solo es una cosa amable sino también más incluyente, integradora y mucho más fructífera.
Si hace apenas cinco días gritamos: NO MÁS FARC, NO MÁS VIOLENCIA, NO MÁS ODIO, me parece que es hora de convertirlo en una costumbre y una práctica cotidiana que podemos implementar cada vez que entramos a escribir comentarios o a publicar en nuestros blogs.