La comida africana hizo presencia en Festicine
La presencia del cine africano y afrocolombiano en el Festival le ha dado a la versión IX del festival un ambiente insospechado de asombro estético aparejado con una reflexión y descubrimiento de la inmensa importancia y riqueza de la cultura negra en el mundo. La forma infame como el racismo sistemático ha pretendido degradar y negarle status a todo un contiente, no siempre consigue ocultar la honda y profunda presencia de África como eje y cuna de todas las civilizaciones.
La sesión académica de la mañana del domingo 7, en las horas de la mañana, fue un ejemplo vivo del universo integrador que es la cultura africana. En ella pensamiento, cuerpo y vida se conjugan de manera indisoluble, festiva e integradora.
El escenario lo compartían tres personas trabajando en equipo de una manera muy original. Fue así como mientras el antropólogo Ramiro Delgado Salazar, micrófono en mano, hacía una lúcida presentación de la sofisticada conceptualización sobre “África y afro-Colombia, sus invenciones, creencias y sabores”, Martín López y su asistente convirtieron el escenario en una cocina repleta de decenas de ingredientes, aliños y peroles donde morosamente preparaban variados y numerosos platos de la región SeneGambia, del África noroccidental, en seis fogones que despedían aromas deliciosos.
Yo nunca había asistido en mi vida a una conferencia académica tan “sensual” y sugerente como ésta. Mientras se nos enseñaban las técnicas, algunas recetas y la evolución histórica de las formas de cocinar de África; la fragancia de los ingredientes y el accionar de sus preparadores; conjugaron una verdadera fiesta de los sentidos. Ramiro Delgado presentó además el “estado del arte” sobre la disciplina que se está desarrollando dentro del amplio campo de la antropología que, en pocas palabras, estudia e investiga cómo la cocina y las comidas pueden brindar elementos centrales y ejes indicativos sobre la importancia e influencia de África sobre las culturas que pueblan el planeta.
Ramiro estableció de manera muy clara como las religiones africanas y el panteón de los Orishas, son un elemento central al hablar de la cultura y la culinaria África. Comida y creencias religiosas van de la mano y cuando se come en nombre de Changó, Eleguá o Yemayá, se lo hace en concordancia con lo que estas deidades representan para sus devotos.
La civilización occidental eurocentrista tiene dificultades para entender la riqueza que implica esta sacralización simbólica de los alimentos y siempre ha tratado de negarle categoría de seres humanos civilizados a los nativos para poder explotar de manera colonial los recursos de los africanos.
Explicó también como se apropiaron de la sabiduría culinaria de las mujeres africanas y de su memoria, especialmente cuando inmensas poblaciones fueron sometidas a la esclavitud y vendidas a mercenarios que las llevaron a vivir en condiciones infrahumanas a las Américas.
Habló en detalle de las cocinas africanas con sus sofritos, refritos y marinadas que convirtieron la sazón africana en un maravilloso aporte a las cocinas de las Américas con salsas mezcladas con las carnes secas, ahumadas o frescas, que acompañan el arroz, el fufu, u otras masas a las que la salsa le pone el componente central, es un solo plato.
Habló también de los tubérculos cocidos y amasados en pilones que llegaron a América y siguen vivos en las mesas de Colombia y el Caribe. Mencionó la amplia lista de deliciosos ingredientes provenientes de las diferentes etnias africanas que llegaron al continente americano: ajonjolí, arroz, maíz, millo, yucas y ñames, frijoles, arvejas, calabazas, pepinos, tubérculos, okra, berenjena, espinacas, cebolla, champiñones, nueces, mangos, cerezas, duraznos, dátiles, caña de azúcar, miel y pescado.
La sesión terminó con una exquisita degustación de los platos preparados y una intensa conversación entre los participantes que maravillados por la riqueza de sabores africanos empezaron a comprender la enorme riqueza gastronómica de los africanos y su legado a otros continentes.
Sesiones como ésta le dieron al festival de cine una dimensión nueva, más amplia y compleja sobre la inmensa importancia que África tiene en el concierto mundial. Ignorados sistemáticamente por los conquistadores y neo-colonialistas de todos los pelambres, los países africanos empiezan, con eventos como éste, a mostrar toda esa riqueza, humana, cultural y social que se les ha pretendido negar y desconocer por siglos.
Diciembre 10th, 2008 at 18:39
Agradables revuelos provocan los festivales de cine. También aquí. Mmmm, la comida africana…
¡La cultura africana ha dado tantos colores¡. He leído con mucho agrado esta entrada de tu blog, Álvaro. El ajonjolí me encanta. Cada vez que puedo me tomo un diez en el trabajo cruzo la calle y me compro un turroncito de ajonjolí, a tres pesos, es uno de mis gustos, y me resulta barato.
Diciembre 11th, 2008 at 19:53
El ajonjolí, según tengo entendido mi querida Zenia, tiene propiedades alimenticias y curativas muy importantes que yo no conozco bien pero que empiezan a ser estudiadas en Occidente.
Me alegra mucho tu visita y la experiencia que compartes con los lectores de este blog.
Diciembre 12th, 2008 at 23:42
Hola Álvaro, me gusta mucho la reflexión que deja éste post. Pocas veces al sentarse a la mesa nota uno la cantidad de culturas, razas, conocimientos e historia que se está comiendo.
La comida, como el lenguaje con vehículos muy interesantes para mirar de dónde venimos, incluso, nos dicen a dónde vamos: o que lo diga una hamburguesa Mc Donalds con Coca-Cola. jajajaja
Reciba un saludo desde Don Blog Pérez.
Diciembre 12th, 2008 at 23:43
(…) como el lenguaje, son vehículos (…)
Diciembre 16th, 2008 at 22:27
¡Qué interesante entrada! Pondré un link en mi próximo “Lo mejor de la quincena”
Saludos.
Diciembre 28th, 2008 at 7:04
[…] La comida africana hizo presencia en Festicine: Un tema sobre el cual no suelo leer en los blogs que frecuento: el arte culinario. Y menos que menos, la cocina africana, a la que se reconoce como parte integral de la cultura del continente. Muy interesante este post, con detalles de las conferencias escuchadas. Para hacerse agua la boca. […]
Enero 6th, 2009 at 21:41
Me sorprende tu entrada Álvaro, especialmente por mi desconocimiento de los orígenes gastronómicos de esa fuerte raza africana, de la cual existen mezclas infinitas en el universo.
Hasta el apetito se me abrió, creo que me iré a comer algo.
Un abrazo con aromas deliciosos!