La profecía de Eisenhower (II parte)

Hace poco estuvimos debatiendo sobre los 10 errores más garrafales de los presidentes norteamericanos. El tema continúa hoy, pero con los congresistas actuales, en la medida que se ha ido destapando la olla podrida que está salpicando a los republicanos en su mayoría, pero también a algunos demócratas.

Si Dick Cheney y otros en la administración Bush están siendo investigados por el otorgamiento de contratos para la reconstrucción de Irak, en el senado de Estados Unidos están cayendo ya los primeros acusados del escándalo destapado por el intrigante “lobista” Jack Abramoff , quien va a nombrar a todos y cada uno de los congresistas que le aceptaron a él millones de dólares en sobornos.

Randy Cunningham, conocido como “el duque” de 64 años y piloto condecorado de la guerra de Vietnam, acaba de ser declarado culpable de conspiración y evasión de impuestos y condenado a ocho años de cárcel. Cunningham aceptó dinero y regalos que incluían un Rolls-Royce, un yate y 40,000 dólares en alfombras persas a cambio de hacer favores y entregar contratos.

El fiscal Phil Halpern dijo que “el duque” despilfarró millones de dólares en

“sistemas que los militares no pedían, no necesitaban y que frecuentemente no usaban”.

Por su parte el historiador Fred W Beuttler le dijo a la AP que el caso de corrupción de Cunningham es el peor en toda la historia del Congreso.

Al ser detenido, el Senador estaba mucho más delgado que cuando se declaró culpable, en noviembre pasado y dijo haber perdido 40 kilos desde que el asunto salió a la luz del día, en junio del 2005.

Estamos ante otro hecho que confirma el temor manifestado por el general Eisenhower, según la cual la combinación entre la industria de las armas y el poder bélico de los Estados Unidos, en manos de políticos inescrupulosos, pondría “en peligro nuestras libertades o los procesos democrático”.

2 Responses to “La profecía de Eisenhower (II parte)”

  1. cristian Says:

    Me parece excelente que se investiguen los casos que puedan involucrar corrupción de los gobernantes. Hasta siento una legítima envidia por paises como Estados Unidos, donde esas cosas se investigan hasta el final, a diferencia de Chile, donde la diversificada y múltiple variedad de escándalos financieros de la Concertación no ha podido ser investigada a fondo apelando a jueces blandos, obstrucciones legales y oportunas prescripciones por años de ocurridos. Me imagino que en USA no basta con que Bush diga “aquí la autoridad manda” para detener una investigación de corrupción.
    ¡Qué corrupto es Bush! No como nuestras autoridades socialistas y DC.

  2. Álvaro Says:

    Estoy de acuerdo contigo en admirar la forma como están siendo juzgados estos políticos que ponen sus intereses individuales por encima de los de los votantes que se supone iban a representar.

    También cuando destacas la división entre el poder ejecutivo y el judicial en EEUU, que impide (casi siempre) la ingerencia de la política en los estrados. Pero no se trata de algo perfecto porque en algunas ocasiones el ejecutivo logra dilatar acciones o hacer cambios en el sitio donde ciertos individuos van a ser juzgados.

    La contradicción grande es la de Bush. Quien para evadir la justicia en su país, que le prohibe encarcelar gente por años sin hacerle cargos y sin jucio a la vista, ha violado el derecho de “Habeas Corpus” (a muchos y por varios años), creando una cárcel atroz en la base militar de Guantánamo para de esa forma violar impunemente el derecho humanitario internacional.

    Yo no envidio eso.
    Pero si creo que en Latinoamérica hay países donde las investigaciones deberían ir hasta el fondo de las cosas y no como dices que sucede ahora en Chile. No conozco bien los casos y no puedo juzgarlos u opinar sobre ellos, pero si es como dices, la cosa no está nada bien con las autoridades socialistas de tu país.

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