Invité la anarquía a mi casa

La mayor parte del tiempo mi memoria coloca un muro impenetrable entre lo que yo considero que era mi vida “antes” y la de ahora. Yo no vivo ahora en la utopía. Sino en el disfrute. Es divertido escuchar gente riendo a la entrada de la casa. Es divertido bailar en la cocina y también salir el miércoles por la noche con los demás a recoger comida. Por desordenada que sea, esta casa me parece mucho más interesante que cualquier utopía.

Así habla Liz Seymour una mujer que se separó de su marido después de 28 años de matrimonio y dispuso su enorme y costosa casa a disposición de gente joven interesada en vivir como si fueran una familia. Ellos comparten los oficios de la casa, los gastos y otra manera de mirar el consumo diario en un modelo democrático y anarquico que en nada se semeja al de la familia norteamericana promedio.

La cita la encontré en el New York Times y me identifiqué con dicho título, no porque yo haya hecho algo parecido, sino porque la mudanza obligada de mis cosas a otra vivienda, ha instalado un desorden que a ratos me parece “espantoso” (porque me tocará soportarlo un buen rato) y que a la vez saludo.

Porque salir de los esquemas y las rutinas no me instala en la utopía, pero sí me incita a vivir con mayor intensidad

7 Responses to “Invité la anarquía a mi casa”

  1. Mauricio Duque Arrubla Says:

    Ay Dios, esas actitudes desprendidas son tan lejanas para mi, a veces pienso que debería caminar en ese sentido. Por ahora ando sacando cosas que no uso, que no voy a utilizar. Libros que se que no voy a leer más y que no me interesa conservar, revistas arrumadas, ropa en perfecto estado… en fin. Tengo una caja como con cien cassettes que no se a quién regalar o en dónde botar (guarde otros 50 que no podía abandonar)… Por ahora me deshago de las cargas que retrasan mi camino, puro egoísmo. Luego llegará cuando comparta mi lastre para que se beneficien otros y no sólo yo.

    ¡Salud! Álvaro, puedes hacernos una lista de esas cosas inoficiosas que aprovechaste para regalar o botar forzado por el trasteo…

  2. Guido Moreno Says:

    Muy estimulante la historia. Siempre he pensado que compartir espacios con otras personas no es algo muy común, pero unos años después de compartir mi casa con amigos e invitados, que muchas veces se quedaron por varios meses, creo que si es posible vivir en una comunidad de unidad y respeto mutuo.
    Saludos desde Ecuador

  3. marsares Says:

    Compartir es lo más cercano a la felicidad, pero también la intimidad es importante. Si se pueden conjugar ambas, quizá se vislumbre, aunque lejana, la utopía. Aparte de esto, salir de la rutina, cambiar los esquemas, enfrentar nuevos retos. enriquece la vida. La felicidad es un poco desordenada, por fortuna.

  4. Abu49 Says:

    A mí me da temor no el desprendimiento y el compartir, sino lo desconocido.

  5. Álvaro Says:

    Mauricio:
    Desprenderse no es fácil y todavía estoy en eso. Por un lado siento como si infringiera alguna ley que me dice que todo debe conservarse, que algún día me va a ser útil. Pero también tiene que ver tal vez con el temor de seguir perdiendo… he sido tan nómada toda la vida que aún me cuesta no aferrarme. Aquí en Noruega llegué al récord de vivir más de 10 años en una misma casa. Antes mi record eran 5 años.
    Lo de hacer una lista de cosas de las que tuve que desprenderme me gusta mucho. Al menos ya de los cassettes salí. Muchísimos. Pero me quedé con una bolsa. Qué contradicciones!

    Guido:
    No solo es posible, sino que puede llegar a ser muy gratificante, si hay respeto, sensibilidad y deseo de compartir. Mucho gusto en tenerte por acá.

    Abu 49
    El problema es que a veces una catástrofe o un cambio inesperado nos pone al frente de lo incierto.
    Una amiga me decía algo semejante a lo que expresas: hasta los 28 años sólo quería que llegara una revolución y lo cambiara todo radicalamente. Ahora rezo para eso que no suceda :-)

  6. Consuelo Says:

    En muchas oportunidades (no tan recien no tan lejos) quise agarrar a mi bebe montarmelo en las espaldas y salir corriendo espantada de lo que habia encontrado en mi vida.. y reino la anarquia…
    Luego forzosamene volvi a mi anterior esquema y hoy dia trato de cambiarlo poco a poco para no acostumbrarme a las cosas que no me gustan … es por eso que resalto lo bueno que ven mis ojos y trato de llenar mis espacios de cosas distintas . Son anarquias personales que a todos de cuando en cuando nos hacen falta …upps hable de mas

  7. Consuelo Says:

    Ahhh muchos existos con tu vuestra revista

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