Breves y atropellados (I) - Cine iraní

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Apuntes tomados durante las sesiones académicas del V Festival de cine de Santa Fe de Antioquia)
Mesa redonda realizada en la mañana del día 9 de diciembre
Tema: El cine Iraní
Participantes: El crítico de cine Orlando Mora, el guionista y realizador Carlos Henao, el director de cine Víctor Gaviria y Juan Carlos Sánchez. Los cuatro son residentes en Medellín, Colombia.

Orlando Mora comenzó por hablar del vigor y la fuerza de la producción de cine en Irán. Se trata de un cine que está llamando la atención en todo el mundo y que viene consolidándose desde los años 60 como heredero directo del neorrealismo italiano de la posguerra.

Orlando quiso circunscribir su presentación al cine de autor iraní, ése busca llegar al público con historias complejas y finales cerrados. Quiso separarlo del cine de Kiarostami cuyos films responden cada vez menos a las expectativas de los grandes públicos pues Kiarostami se ha dedicado a hacer sus films a la manera de ensayos o lecciones sobre la naturaleza misma del medio expresivo.

A pesar del trauma de la revolución islámica estos directores no han dejado de hacer un cine muy personal y que no sigue las directrices del régimen religioso islámico. Ellos expresan el punto de vista de otros iraníes, aquellos que andan preocupados por la realidad social de su país y en lucha contra las limitaciones y cegueras del régimen. Para los Ayatolaes el cine transmite valores impuros.

Hacer cine en Irán es entonces un oficio riesgoso y escasamente tolerado. Los directores iraníes han decidido entonces trabajar dentro de dichas limitaciones porque para ellos es más importante un cineasta activo que un cineasta radical y por tanto silenciado por la censura.
El renombre internacional que estos directores le han dado al país ha hecho incluso que el gobierno de Irán en años recientes haya decidido impulsar la creación cinematográfica como una manera de vender una imagen positiva del país.

Carlos Henao habló sobre la puesta en escena y el trabajo del guión en el cine Iraní contemporáneo. Y expresó cómo la experiencia de ver estos films iraníes, da la impresión de estar frente a historias donde nada sucede. La cámara casi no se mueve. Los personajes y los actores que los encarnan son el eje central del film. Porque lo que les interesa a estos directores es una especie de dramaturgia de la vida cotidiana centrada en lo que busca un personaje. Para estos guiones y films lo que cuenta son los deseos de los protagonistaa y sus esfuerzos por conseguirlos. La puesta en escena por tanto está al servicio de los personajes y su intención principal es no obstruir lo que hacen los personajes. Se trata entonces de una puesta en escena sobria, casi invisible y donde el “fuera de cuadro” toma una importancia central.

Orlando Mora interpeló a Víctor Gaviria indagando por el gusto y gran afinidad que Víctor parece tener con el cine de Kiarostami. Este corroboró lo dicho y expresó que ver el cine iraní ha sido para él como una amonestación. Porque en la manera de construir las secuencias hay una poesía y una forma de reflexión sobre lo que es el mundo moderno. A pesar de no parecerlo, Donde esta la casa del amigo es una película con un suspenso enorme, con varias tramas paralelas, pero con una cámara que alcanza ver más allá de lo que aparentemente nos está contando.

Son realizadores que no necesitan acumular elementos para que la historia se llene de un tiempo más denso, de algo invisible pero presente. Qué es eso invisible? Una continuidad de la vida. Una trama invisible de las costumbres, plena de acciones muy hermosas y llenas de un gran interés que se bastan a sí mismas pero que alude a otras cosas.

Juan Carlos Sánchez opina que el cine es sólo un lenguaje mediador y Kiarostami lo que hace es hacernos caer en cuenta de eso.

Orlando destaca que. Hay un grupo de críticos que considera la cinematografía iraní como un cine insulso e intrascendente y propone que no es intrascendente porque logra superar el nivel de la crónica.
Destaca que Irán ha hecho de su cine una de las banderas para mejorar su imagen internacional. Cada año hay un número importante de películas que responden a lo que podemos llamar un cine de calidad. Esto le ha dado un nuevo valor de lo local y lo regional.
Su valor radica en recuperar un cine donde la ética y la estética van de la mano y hacerlo en este mundo terrible de delincuentes que gobiernan nuestros países. El dogma danés está dentro de esa propuesta de volver al grado cero de la escritura cinematográfica y destaca como el film, Lluvia, de Majid Majidi (2001) tiene una fábula pequeña pero cuya fuerza radica en la puesta en escena.
Carlos Henao por su parte destacó cómo las mejores películas de ficción son aquellas que tienen un espíritu documental y de qué manera uno no se puede abstraer de las influencias y los gustos.
Carlos Mario Pineda, para cerrar y desde el público, opinó que existen muchos otros directores en el cine iraní, de corte muy poco occidental y que lastimosamente no llega a por estas latitudes.

2 Responses to “Breves y atropellados (I) - Cine iraní”

  1. kr3st0 Says:

    Pues eso, desgraciadamente ‘la elite’ del cine europeo es algo indiferente a ese tipo de cine oriental, y despues los de acá critican a los de Hollywood. Aparte de la música popular radical y la escritura, el cine nos ayuda a conocer un poco mas la realidad de los pueblos y gracias a estos directores iraníes sabemos que no todos estan anestesiados por la religión ni por la sed de venganza sino que tambien hay gente pensante que de alguna manera tiene que aguantar lo que hay al no poder expresarse libremente.

  2. Alvaro Says:

    Estoy de acuerdo contigo, Kr3sto. Al entrar en contacto con las bellas artes tenemos acceso a formas más frescas de ver el mundo. En este cine iraní de autor y tambien en formas musicales como las que citas nos obligamos a ver con otros ojos y a escuchar con otros oídos.

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