Ciertas mentiras inocentes provocan risa, pero otras pueden provocar consecuencias políticas y económicas catastróficas.

Una de ellas es la razón para invadir a Irak. A pesar de estar controlado por sus aliados republicanos del vicepresidente Cheney, el Comité de Inteligencia del Senado Norteamericano acaba de declarar que no encuentra ningún fundamento para los inventos de Cheney quien acusaba a Sadam Husein de mantener lazos y contactos con Al Qaeda. Todavía hoy el señor Cheney no reconoce que sus afirmaciones eran falaces.

Tan poderoso en el gobierno hasta finales del 2004 Cheney anda ahora de capa caída. Se equivocó totalmente cuando predijo en el 2002 que tumbando a Sadam Husein obligaría a los extremistas radicales “a pensar su estrategia de Jihad (guerra santa)”. Bush aceptó veladamente “dicha metida de pata” al reconocer la semana pasada que la miríada de enemigos que tienen ahora los EE.UU se ha multiplicado.

Bush y Cheney están usando estrategias de distracción para impedir que se les cuestione sobre estos asuntos. El New York Times informa hoy que la aparición de Cheney’s a una entrevista con la NBC es parte de una jugada (aprovechando el quinto aniversario de los ataques del 11 de septiembre) que “busca cambiar las mentes de los norteamericanos que según las últimas encuestas creen que la invasion a Irak fue una maniobra que nada tiene que ver con la (así llamada) lucha contra el terrorismo”.

Es hora de que se empiece a pedir cuentas al presente gobierno de los Estados Unidos por su ambición y empeño en desencadenar tantas acciones descabelladas, erradas y de consecuencias profundamente preocupantes para la politica del orbe.

Este artículo fue publicado el Lunes, Septiembre 11th, 2006 a las 14:42 y esta categorizado bajo Observaciones, Duelos, Desastres. Puedes seguir las respuestas y comentarios a este artículo a través del feed RSS 2.0 . Puedes dejar un comentario, o hacer un trackback desde tu sitio.