Cine asiático por Orlando Mora II

Esta es la continuación de las notas que tomé al vuelo sobre la conferencia Panorama general de las cinematografías asiáticas a cargo del catedrático y crítico de cine Orlando Mora.

Mora continuó en su conferencia contando como “mi gran experiencia con el fenómeno asiático fue a finales de los noventa con John Woo, un director de gran pericia artesanal cuyo amor y admiración por autores como el francés Jean Pierre Melville, le llevaron a retomar tendencias como la del cine negro americano para darle una mirada nueva y honda.” En éste cine lo que cuenta es el talante moral de los personajes. Retomando la cultura de Yakuza (mafia japonesa), John Woo recupera el tema de las mafias con una maravillosa capacidad para poner en escena y una propuesta estética muy original. El éxito de sus film ha sido tal, que Hollywood lo ha incorporado en su planta de directores estrellas. “Creo que una estadía muy larga en dicha industria va a terminar castrando su creatividad”.
El cine de acción y kun-fu ha tenido en Hark Tsui, un cultor importante, su último film, Siete espadas fue escogido para abrir el Festival de Venecia hace tres meses.
El otro grande de los cineastas surgidos de Hong Kong es Wong Kar-wai un director que se ha ocupado de ir revelando el desencanto que se está produciendo en la sociedad de Hong Kong, y en la China continental, por el proyecto económico, cultural y político de la China actual. Se trata de un director muy contemporáneo, que con 2046 (su más reciente film que ahora se exhibe en la cartelera bogotana) ha realizado una gran metáfora sobre el futuro de esta antigua colonia, mientras reflexiona sobre su pasado. Todo su cine desde 1988 muestra unos niveles de maestría sorprendentes.

Taiwán por su parte, un país con tantos problemas políticos y sin una identidad muy clara, se encuentra en una crisis que se refleja en el cine de sus directores jóvenes quienes son tratados como marginales en los festivales internacionales por no tener país (propiamente dicho) y debido a las fuertes presiones políticas ejercidas por la poderosa China continental.
En el Festival de San Sebastián (España) se dedicó una gran retrospectiva al cine taiwanés reciente, donde se mostraron desde las películas más exitosas que se han exhibido en occidente sobre los directores de la isla, hasta films como Millenium mambo, Café Lumiere (Kôhî jikô, 2003) y Tres tiempos (Zui hao de shi guang, 2005), de Hu Hsao Hsien un director que está llegando a una madurez asombrosa. Los climas afectivos y emocionales que Hu Hsao-Hsien, ha logrado crear con el color, el manejo de sus actores y la temperatura de la luz, crean un clima muy particular y expresivo para contar las historias de su gente.

Ming-liang Tsai
por su parte, la nueva voz del cine de Taiwán, trabaja el tema del desencanto y la absoluta soledad en que están terminando atrapados los jóvenes de la moderna y pujante Taipei. Su Rebeldes de dios de neón Ch’ing shaonien na cha (1992) es una visión muy triste y desesperada de lo que están viviendo los habitantes de su país. El tono sombrío y cargado se repite en sus film pero cada película suya es completamente diferente a la anterior. Se trata de una especie de francotirador, un solitario interesado en historias de tal fuerza y talento que los festivales occidentales las admiten en su programación aún sin haberlas visto. Su último trabajo Nube veleidosa (Tian bian yi duo yun, 2005) es un arriesgado musical con extrañas situaciones y casi una recreación de los ambientes sórdidos de cierto cine pornográfico. Se trata de una voz sugestiva que construye films provocadores y juveniles que asumen riesgos.

En cuanto al cine de la China continental mencionó algunos directores pero prefirió dejarle el tema a los conferencias de la sesión siguiente. Mencionó como Sorgo Rojo fue una de las películas que despertó el interés en Occidente por el nuevo cine chino, construído por la llamada Quinta generación de cineastas que venían de la terrible pesadilla que fue la Revolución Cultural que Mao diseñó para acabar con sus opositores. Estos directores encuentran grandes problemas para expresarse por culpa de la estricta censura que rige en China. Conseguir que les aprueben los guiones y luego realizarlas con todos los cambios e imposiciones que les sugieren son retos que grandes para ellos.
De la sexta generación solo se refirió a uno de sus representantes. Destacó como estas obras desde la plataforma, el mundo y placeres desconocidos, refleja el clima social y moral de la China “capitalista” y la desilusión que se produce en los jóvenes. Sus films son un reflejo muy real de lo que está pasando con esta superpotencia económica que se está haciendo poderosa a costa de unos jóvenes que han visto cambiar su país de una manera abrupta y modificar radicalmente los valores que antes se les inculcaban.

4 Responses to “Cine asiático por Orlando Mora II”

  1. j. Says:

    El gran ausente de sus notas es Takeshi Kitano, verdadero gestor y precursor (Violent Cop, 1989, creo) de lo que después, con mayor limpieza técnica pero menor profundidad artística y humor, hizo Woo a finales de los noventa.

  2. Álvaro Says:

    j
    ESta es la segunda parte y por eso falta Kitano y los japoneses. Veo que eres un buen conocedor y entusiasta del cine oriental. Qué bien eso.

  3. Soledad Says:

    He visto 4 películas de Wong Kar-wai y me han parecido excelentes. A mí también me gusta mucho el cine asiático y lastimosamente sólo puedo verlas cuando las pasan en Cine Arte.

  4. Óscar Pita - Grandi Says:

    Muy bien. Wong Kar-Wai es uno de mis favoritos y a raiz de In the mood for love.
    Gracias por compartir esa conferencia. Muy buenos datos para los cinéfilos.

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