Fabián desde Palma de Mallorca me reta desde sus Reflejos y a la vez me hace un guiño. En últimas me invita a pensar y me corrige.
En mi anotación del día 2 de Marzo la pregunta parece estar mal formulada, porque no se trata tan solo del reto de escribir, sino de publicar. Es decir de comunicarnos con otros dentro de un contexto de diálogo dinámico.
Fabián responde a la pregunta “¿Para qué publicar?de una manera muy esperanzada y con gran optimismo hacia el futuro. Yo soy un poco más excéptico.
Entiendo que para nosotros los adultos es novedad y reto poder publicar tan fácilmente. Sin editores ni cancerberos. Sin mediadores, altos costos, ni tinta, ni papel.
Quizás para los jóvenes que vienen, publicar va a ser tan natural como comer, pensar o conversar. Nadarán como peces en el océano Internet mientras nosotros a duras penas navegamos.
Llevo varios años escribiendo y guardando con la ilusión de re-leer lo escrito en un futuro algo lejano. La intención ha sido escudriñar ciertas preguntas en el silencio y la soledad del que reflexiona con lápiz y papel.
Más de repente surgen las bitácoras entregándome la posibilidad de intercambiar y compartir. De entretejer ideas, a la mini-distancia de un par de golpes de teclado, con un lector desconocido, o tal vez muy cercano.
Aquí y allá.
En Salta, Quito o Palma. En Lima o Bogotá.
Desde la magia de esta pantalla y un nuevo formato (que me permite enviar este saludo a todos los que quiero).