La Guerra en Chechenia lleva ya 7 años. Las destrucciones son inimaginables. La política de Rusia en el país marginó las fuerzas chechenas moderadas que piden negociaciones de paz para terminar con el sufrimiento del pueblo. Pero los guerreros son los que llevan la voz cantante y la guerra continúa.
Ayer en la noche aquí en Bergen en una ceremonia muy especial y bella se le otorgó el premio Rafto a la abogada y defensora chechena de los Derechos Humanos Lida Yusupova, por su abnegado y valiente trabajo en documentar de las violaciones a los Derechos Humanos, y por ser la portavoz de las victimas olvidadas en la guerra en Chechenia.
Lida Yusupova (nacida ) ha sido jefe de la oficina rusa de la organización de Derechos Humanos Memorial en su ciudad natal Grosnij, ella denuncia y lleva los casos de violaciones a los tribunales chechenos. Memorial es una de las pocas organizaciones que aún trabajan en Chechenia. Los casos que Yusupova y sus colegas han documentado son espeluznantes y ponen en evidencia cómo los militares rusos y las fuerzas de seguridad locales matan, violan, destruyen y aterrorizan a la población civil, sin ningún temor de ser perseguidos por la ley.
Si antes del 11. de Septiembre del 2001 mucha naciones criticaban la agresión rusa y la carnicería que emprendieron contra Chechenia, ahora esas mismas naciones se han callado y se han aliado al presidente Vladimir Putin en una guerra común contra el terror. Todos los cuestionamientos sobre Chechenia se acallaron. Esta política ha sido funesta porque favorece la acción y la política de grupos islámicos extremistas que utilizan el terror y los ataques suicidas como medio de lucha contra Putin y el ejército ruso ante el sentimiento que tienen los Chenenos de haber sido abandonados por todo el mundo.
El premio Rafto es muy importante en Noruega y busca resaltar la labor de aquellas personas y organizaciones que los Grandes Medios de Comunicación (GMC) ignoran debido a que su labor no es espectacular ni dramática.
No puede asistir a la ceremonia ayer en la noche. Me hubiera gustado estar presente allí para manifestar mi apoyo al trabajo de estos abogados chechenos que se oponen al régimen de Putín, a quien Yusopova comparó con Stalin en una de las entrevistas que se le hicieron.