¡Merde! Acaba de volver a suceder. 14 muertos, dos de ellos niños y más de 15 heridos hasta ahora. ¡Que horror!. Y pensar que no tenemos un espacio donde llorar estos muertos. Cuyo único crimen era ser pobres, africanos e inmigrantes de la rica Europa.
Recalco que pertenecían ya a Francia. Sus autoridades eran las llamadas a protegerlos. Es increíble que apenas ahora hayan decidido iniciar una investigación criminal. Sobre los anteriores 3 atroces casos (crímenes al parecer) había venido informando indignado, desde Paris, Juan Manuel en el Planeta en pantaloneta. Los que leemos su blog hemos seguido de cerca, la tragedia humana que se venía filtrando apenas, detrás de los tímidos y cuidadosos titulares de prensa.
Acabo de entrar a BBCnews online, una de las pocas fuentes medianamente creíbles para mí, y no aparece destacada. Es apenas la tercera mención de texto en el margen derecho donde muestran las otras top news . Las víctimas del Katrina siguen dominando y me parece lógico. Para este medio británico ha sido más destacable la muerte del octogenario abogado Rehnquist, a quien le dedican foto.
En la versión en español de la BBC, la otra noticia destacada es el triunfo de Montoya en la fórmula 2. Entendible que lo destaquen para el público latino, pero a mí me ha dejado un amargo sabor. Me tranquiliza que al menos aparezca como la primera de las menciones a otras top stories.
No soy capaz de escribir mucho más. Me duelen esos niños inocentes que han venido muriendo. Ése bebé que nació en plena calle, segundos después de que su mamá lograra salir del edificio, exhausta e intoxicada por el humo. Puedo sentir el olor acre y venenoso de ésos gase tóxicos que mataron a varios. Los gritos de la gente, el terror en los rostros. La rabia y el desespero en los transeúntes.
Otro domingo negro para París y para toda Europa, que se empeña en ignorar a quienes vienen a realizar oficios importantes (mal pagados) a cuidar a sus ancianos y lavar sus calles de tanta miseria humana.
Actualización Lunes 5 sept. Ayer tres chicas de 16 a 18 años se hallaban detenidas en la sede de la brigada criminal de París tras haber sido inicialmente sometidas a interrogatorio como sospechosas. Habían sido identificadas por vecinos del propio barrio. Hoy las chicas han confesado su culpabilidad.