Blogs como monedas
Jueves, Abril 7th, 2005
Guardaba mi diario de adolescente sólo para mí. Alguna vez me devolví a leer ése cuaderno, pero por destino típico de nómada, sus notas fechadas se perdieron en alguna de las múltiples mudanzas. Ni siquiera encontraron al Álvaro maduro que soñaba con regresar en el tiempo a encontrar aquellos ecos de sensaciones y experiencias.
Con los blogs es distinto. En mi caso también sus notas están escritas para mí y para algunos pocos que me leen. Sólo que ahora las tejo para colgarlas en esta especie de alfombra o de periódico intangible y allí esperan a que desde cualquier lugar remoto haya ése usuario que pueda convocarlas al conjuro de un clic en los botones conocidos.
Existe siempre un azar en toda escritura que se hace pública. Ningún autor puede predecir a quien y de qué forma van a llegar sus imágenes y textos. Ni las acciones que ellos van a motivar. Por eso me parece visionario el poema siguiente de José Manuel Arango, escrito en 1987 y que como vasos comunicantes hoy vinculo con la idea de blogging: esos mensajes cotidianos que echamos a rodar por la blogosfera, y que como monedas rasguñadas en ocasiones cumplen el sueño del poeta de volver signadas con otro guiño semejante.
Escritura
Marcar una moneda
con la uña,
hacerle con la uña una raya
y echarla a rodar por la ciudadTal vez la ciudad te la devuelva
y quizás traiga dos rasguños,
uno al lado del otro,
hermanosAgradecido la recibirías
en tu palma -

Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos…Éstos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca más se ha visto en el mundo…Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides, tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas…Por donde pasaban quedaba arrasada la tierra…Pero a los bárbaros se les caían de las botas, de las barbas, de los yelmos, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes…el idioma. Salimos perdiendo, salimos ganando…Se llevaron el oro y nos dejaron el oro…Se lo llevaron todo…Nos dejaron las palabras.
Escribo para entender, para explorar, para encontrarme con quien me lee, en un intento por abrazar con mis palabras.
Hoy viajo a Trondheim todo el día para participar en la lección pública y examen oral de una tesis de Master realizada por un profesor y realizador de cine del College de Bodø. En la tesis escrita, Raymond Mortensen discute y reflexiona en torno a un documental que él mismo realizó para la televisión noruega titulado Rafehis aiggit (que traducido del lapón sería en español Tiempos difíciles>(La crisis de la estepa finmarkesa)

El Tribunal Supremo de Nigeria ha ratificado la sentencia a muerte por lapidación de